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Vegetaciones

Mecánicas

Por sofia arango echeverri

Camilo Sánchez Rozo, nacido en Bogotá en 1959, es un arquitecto egresado de la Universidad Javeriana cuya verdadera pasión y vocación se encuentran en el mundo del arte. Su expresión artística se origina en una exploración inicial de formas planas y geométricas de una rigurosidad que trasciende hacia una tercera dimensión. A medida que avanza, infunde movimiento y sensualidad a sus creaciones, descomponiendo y reconstruyendo artefactos en desuso, todo impulsado por su asombro por las partes y mecanismos que conforman dichos objetos. El recorrido exploratorio del artista se guía por una brújula intuitiva que lo conecta profundamente con los objetos y los materiales en sí mismos.

 

La escultura de Camilo Sánchez no solo es estéticamente valiosa y hermosa, sino que también posee una función mágica que la convierte en un objeto vivo. Esta función se trasmite a través de la energía creativa y sensible que impulsa la creación de sus piezas, manifestándose de manera inevitable en sus formas y composiciones premeditadas. Así, el artista establece una relación íntima y continua con sus obras, un diálogo que enriquece y amplifica su belleza innata.

 

Sánchez realiza cirugías y recomposiciones de máquinas que dan lugar a objetos improbables, como los de su serie "Tipos", donde descubre órganos en teclas, prensas y engranajes que, en muchos casos, conservan su movimiento original. De manera personal y creativa, fusiona partes heterogéneas de diversas procedencias, creando la ilusión de que fueron concebidas para ese nuevo diseño. La redefinición de piezas de máquinas de escribir y cámaras fotográficas en objetos antropomorfizados es un ejemplo elocuente de la habilidad mágico-escultórica de Camilo Sánchez.

 

En todas sus series, el artista canaliza su inquietud expresándose tanto en dos como en tres dimensiones. Libros de ingeniería y gráficos de motores son sometidos a minucioso escrutinio, donde sus trazos de color fusionan elementos dispares en rostros humanos o líneas que acentúan el movimiento de la ilustración impresa. En la serie "Mapas", las manos de Sánchez transforman viejos planos geográficos, recortándolos detalladamente, dándoles color, reorganizándolos, redibujándolos y superponiéndolos, revelando relieves y profundidades que liberan estas obras de su bidimensionalidad.

 

En su serie "Lectoras", Camilo Sánchez fusiona intervenciones en libros con composiciones de partes mecánicas, entrelazando dimensiones, técnicas, siglos e historias. Memorias digitales y reproductores de CD conviven con frases extraídas de páginas e ilustraciones de moda del siglo XV, rescatando así la figura humana.

 

De su proceso de disección surge la serie "Hífas", donde plantas de hierro y óxido son descubiertas en el interior de las máquinas que escudriña. Estas estructuras tubulares irregulares, nutridas por los mismos artefactos que las conforman, cambian constantemente, siguiendo un ciclo de vida vegetal y ofreciendo al espectador la oportunidad de explorar sus curvas y formas únicas. Las Hífas encierran el secreto de la vegetación real y se revelan como una manifestación orgánica que llena de vida su entorno.

 

La vitalidad en la obra de Camilo Sánchez se manifiesta en cada etapa de su proceso creativo, incluso en su elección de materiales. El óxido permite que el hierro respire y evolucione con el tiempo. En sus obras pictóricas, la arena se convierte en un pigmento vivo que se distribuye en el lienzo respetando su naturaleza. Sus fondos ruidosos se convierten en una expresión de movimiento visual. En resumen, su obra nunca es estática; está impregnada de texturas latentes, una pintura matérica y esculturas que se asemejan a vegetaciones mecánicas.

Sofia Arango Echeverri

Sofía Arango Echeverri
Ada Ramírez

Hífas y

Mecanismos

Por Ada Ramírez

“La imagen es una pura creación del espíritu,

no puede nacer de la comparación,

sino de la unión de dos o más realidades lejanas”.

 P. Reverdy 

 

Al margen de su utilidad, el encuentro con la máquina, —ese mecanismo perfecto, armónico—, entraña a la vez la familiarización con sus partes.  Para el artista, el descubrimiento de cada componente exacto, en absoluta correspondencia con su par, de cada pequeña pieza lejos de su todo, resulta una verdadera experiencia de revelación del objeto, en la maravilla de su estética propia.  Hifas y Mecanismos traduce esta experiencia en la deconstrucción del todo para alcanzar el proceso de confluencia de realidades aparentemente incompatibles, sobre nuevos planos,  en la completa subversión de la función original.  

 

El sincretismo, en el encuentro de piezas mecánicas y fotográficas de muy diverso origen, integradas en un total “coherente”, y la formulación de objetos propios, en reconocimiento de esa imagen, constituyen el propósito escultórico de posibles desarticulaciones poéticas, en donde el artista obliga a una descontextualización y reasignación de significados.

 

“Tan bello como el encuentro casual

de un paraguas y una máquina de coser

sobre una mesa de disección”.

Lautréamont

 

Estas series reúnen estructuras compuestas, alargadas y tubulares, de troncos cónicos; o bien mecanismos complejos, dispositivos de ejes, palancas o espigas, producto de la decomposición, en el puro y simple interés por la forma, donde conceptos como la altura, la proyección y la extensión se convierten en constantes de reflexión.

Oscar Posada Correa

De aquellos libros viejos y empolvados que reposan en los anaqueles de las vetustas bibliotecas, que ya no suelen comprarse ni leerse, por las actuales  sabidas razones, Camilo Sánchez los hace volver a la vida  asignándoles una nueva lectura y  significación.

 

Con una notoria destreza disecciona cuidadosamente de los atlas geográficos los mapas impresos a color y en blanco y negro. Corta con un afilado bisturí partes, habiendo hecho antes un minucioso análisis de la superficie de los océanos  y de los continentes, al igual que los ejes que componen el globo terráqueo. Va sustrayendo las zonas que les corresponden a los mares con el propósito de presentar una nueva comprensión de la geografía. Una nueva topografía espacial, es el resultado de su propuesta artística, afectada ahora por los juegos de la luz y la  sombra y del tiempo y el espacio. Los mares ya no son planos coloreados de azul, son ahora un grande vacío, que encuentra profundidad en el plano de soporte, unas veces intervenido, otras sólo flotando en el espacio.

 

Camilo Sánchez encuentra en el reciclaje una manera muy personal y libre  de expresarse. Papeles, dibujos y láminas de diferentes temas, extraídos de libros que ya nadie lee; objetos, partes de aparatos en desuso creados por el hombre para una función básica son transformados en interesantes e inquietantes cajas que son armadas a través de un conjunto de señales que permiten presentar al objeto creado, con un renovado significado cargado de subjetividad. Las cajas están hechas sobre partes de computadores, memorias y lectoras de CDS, a las cuales les incorpora una serie de estampas de mujeres antiguas luciendo sus bellos ropajes y finos tocados, techas teclas y partes de maquinas antiguas de escribir, cuyo mecanismo cambia de función para involucrar al espectador, quien es en últimas,  el que completa la obra.

 

Insistiendo sobre los libros, en éste caso de ingeniería, la máquina y sus partes llaman la atención de Camilo, en una especie de simbiosis asocia los planos de un motor de dos tiempos con la figura humana, hace una superposición de ambas figuras creando un tercer elemento, el hombre máquina o la máquina humanizada? Ésta dualidad la logra con un acertado juego de colores pastel  que animan lo natural en éste caso la máquina y lo ficticio, el hombre.

 

Con las piedras que dejaron de rodar por los ríos y las montañas al haberlas rescatado y seleccionado, crea una composición armónica, donde el contraste, la contradicción, la confrontación y la relación de elementos opuestos de la realidad, construyen un especial lenguaje tanto formal como simbólico.

 

Sin duda, el paso de Sánchez por la Facultad de Arquitectura de la Universidad Javeriana, marcó y definió en él, el carácter y la disciplina necesarias para  desarrollar esta obra de indudable valor artístico, que si bien es cierto, está guiada por las leyes que rigen la forma y la estructura, Camilo le imprime su propia huella.

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